martes, 15 de diciembre de 2009

Sin rojo...

Me robaron el rojo de mi paleta de colores, y tu retrato no está completo gracias a este terrible acto.

Ya no puedo pintar esos labios que a veces siento tanto deseo de robarles un beso cuando menos te lo imaginas.

Puedo ilustrar una cena contigo pero las velas estarán apagadas porque me hace falta ese apasionante calor.

Me robaron el color rojo y eso hace que tenga que dibujar otro mundo diferente, un mundo de otros tonos más apagados.

Puedo pintar margaritas, lirios, girasoles, pero no puedo darte rosas rojas porque alguien ha dejado incompleto mi arcoíris sobre la madera.

Y tendré que pasar a un nuevo lienzo, ya los otros colores se están secando, pronto solo podre dibujar a blanco y negro, un mundo en escala de grises que no refleja emociones.

Ya no puedo trazarme dándote fresas en esa boca, no puedo dibujarte en esa bicicleta roja en que queríamos pasear.

Puedo pintar el sol al mediodía, puedo dibujar noches solo en mi cama, pero jamás verán un cuadro de nosotros abrazados al atardecer.

Me han robado el rojo, ya no te podre ver en ese vestido rojo que tanto deseo regalarte, esa prenda que sé que significará que eres la indicada, ese vestido que quiero quitar lentamente hasta que caiga el suelo y contraste con el café de la madera.

Quiero pintar tu corazón pero me han robado el rojo, me pudieron haber quitado el azul, el amarillo, pero ha tenido que ser el rojo y eso significa que nunca terminare tu retrato.

martes, 8 de diciembre de 2009

Mi nueva ciudad

Vi como el tren se alejaba, como el tren cargado de basura se perdía después del túnel de La Advertencia, yo me acaba de bajar pero ellas quedaron allí.


¿Llegué a mi destino? No lo sé, pero aquí es donde viviré al menos por un tiempo.


Las calles de acá no son rectas, son curvas. Las aceras no son de cemento, son de acero. Es más duro el golpe si caes, pero nunca habrá que repararlas.


Viven personas que nunca había conversado, que solo dejan ver media cara. Personas que cubran una de sus mitades con un velo, fácil de quitar pero que todavía no tengo la confianza para hacerlo.


Y suena una melodía que me recuerda la ciudad anterior, aquella de color morado de donde me echaron, pero de todos modos ya me preguntaba que hacia allí, ya no me dejaba nada. Esa ciudad había crecido, de mala manera y ahora solo quedaban rumores y chismes en ese lugar.


Aún tengo recuerdos de ese lugar, un balón de futbol, una camiseta amarilla y azul, un periódico y una agenda.

Pero también deje muchas cosas, un cubo negro, una bufanda, una foto de mi familia y mi perro pitbull.


No sé quien viene conmigo, espero que al menos la de los tenis negros, se que allí ya me esperan el de chaleco gris y la de vestido negro.


El sonido del tren de las tres, todavía en mis oídos me hace preguntarme, quizás si hubiera tomado el tren de la una, quizás podría volver.


Pero respiro y soy feliz, se que acá encontrare otro cuarto, quizás hasta más grande, y quien sabe después, si todo sale bien, pueda comprar una casa.

lunes, 12 de octubre de 2009

Pensar, no preguntar

Me decepcionaste muchas veces cuando aún había faroles, pero poco a poco voy entendiendo por qué lo hacías.


A veces no comprendo tu filosofía conmigo, piensas que la única forma de hacerme feliz es con objetos materiales, no entiendes que desde que yo me acuerdo lo que necesito no es otro carro en mi colección.


Aún así eres la persona que más quiero en este mundo, la persona que más admiro, por tu fuerza, voluntad, honradez y solidaridad.


Desearía ser un poco más como vos, a pesar de que a veces me pregunte qué ganas con ser así. Más ahora que ese dios en el que crees te metió una zancadilla.


No sé si eres feliz, de esas cosas nunca hemos hablado, a veces me pregunto si en verdad alguna vez te he hablado.


Siento a veces que no te conozco y vos no me conoces. Pero así me dijiste que era el mundo, para no preguntar, para no responder.Que el mundo es para ser el defensa del equipo, ser la piedra que no tiene punto débil.


También me demostraste que la lastima es lo peor que pueden sentir por uno, que te rebaja y permite que otros hombres te puedan pasar por encima.


Gracias a ti no se llorar, nunca te he visto hacerlo, y cada vez que yo lo hacia, me recordabas lo inútil que era derramar lágrimas.


Es por eso que este momento me hace sentir tan raro, no sé qué hacer ahora que no puedo preguntar, hablar o llorar.


Es por eso que lo único que me queda es pensar, llenarme la cabeza de pensamientos de que podría suceder, de que sería el próximo momento si vos no estuvieras.


Porque a pesar de que nunca te abracé, nunca te haya dicho lo tanto que te admiro, eres la persona que más quiero en este planeta.


Y sé que podría sobrevivir si te pierdo, que la vida continuaría muy similar, pero no sé si querría seguir con esta rutina, no sé si podría seguir aguantando esa sala en mi casa que solo me hace la vida más difícil. Esa sala por la que paso cada día solo porque sé que el fin de semana me traerás otro carrito para mi colección

martes, 6 de octubre de 2009

Cuatro paredes y yo.

En mi cuarto no hay fotos. No es que no me gusten, quisiera tener, pero al menos por ahora no sé de ninguna que pueda poner.


En mi cuarto no hay adornos. No me gustan, soy muy torpe y siento que no durarían pero ni una semana.


En mi cuarto no hay lámparas. No me gusta que me iluminen de cerca, me provoca una sensación de que me están observando…que no me puedo esconder en la oscuridad.


En mi cuarto no hay objetos redondos. Su perfección y poca estabilidad podría provocar que yo pierda la mía.


Tampoco hay nada blanco por temor a mancharlo y no poder recuperar esa pureza. Ni hay nada negro, porque atrapa la poca luz que da la luna y esta es la única fuente lumínica que tengo en las noches.


En mi cuarto no hay sillas. Estar sentado no es una opción, o estoy de pie pensando o acostado tratando de no pensar.


Y cuando me acuesto no puedo ver la puerta, y eso me gusta. Entre quien entre en este momento no me interesa, ni tampoco quien salga, yo sigo tratando de no pensar.


En mi cuarto no hay espejos. Allí no me gusta verme, allí no soy yo y a mí me asusta la persona que me podría observar al otro lado de una de estas superficies vidriosas.


Hay muchas almohadas, para alivianar los golpes…para recostar la cabeza y jugar a que no pienso (espero alguna vez lograr dejar de pensar).


En mi cuarto cabrían muchas cosas, desde un estante de libros para tratar de escapar a otra realidad hasta un piano que produzca notas mentirosas.


Cabría mucha gente, desde Gennaro Gattuso hasta Sarah Palin. Podría entrar el señor presidente Oscar Arias, Calderón, Don Ottón o la conserje que ayudó a partir nuestro pie de limón.


Pero yo no abro la puerta.


No me gusta que vean lo que hay adentro aún cuando no hay nada que no quiera que vean.


Y me gusta apagar la luz e imaginarme que solo estás vos aunque yo no te pueda ver.


Me gustaría que vos me dijeras qué crees que hace falta entre esas cuatro paredes.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Enroque

Se me olvidó como jugar ajedrez.


Yo pensaba que mis habilidades en esa actividad eran buenos pero ahora me di cuenta que nunca supe nada.


Cometí varios errores y en el momento de ver cómo estaba el juego, me di cuenta que todas las piezas estaban en otra posición.

No es que esos errores me vayan a hacer perder la partida, pero tendré que modificar mi juego de ahora en adelante.


Mi rey sigue detrás esa muralla impenetrable de piezas negras y altas, después del enroque, que siempre es mi primera jugada.


Mi pieza favorita es el caballo, porque se salta toda barrera ya sea propia o enemiga, muchos lo subestiman, muchos nos subestiman


A veces desearía poder mover las fichas a mi antojo, pero de pronto vuelvo a la mierda de la realidad y me acuerdo que las torres nunca cambiaran la linealidad con que se mueven, inflexibilidad que las hace presa fácil a pesar de su gran potencial.


Me gustan los alfiles, siempre andan en el mismo terreno, no se andan con pendejadas, son directos, si son de tierra blanca allí se quedaran hasta que llegue la cruel reina o el simple peón y los mande a esa tierra donde nadie quiere llegar.


Pero es en serio malo ese sitio, alejado del tablero, donde ya no ocupas moverte, donde esa mano que conduce todo ya no te utiliza a su gusto. Quizás ahí es donde de veras se puede descansar o rodar hacia donde a la pieza le dé la gana.


Y si, puede que me quede sin piezas, puede que cada alfil, caballo o torre los pierda por la presión que siento en este momento, pero quizás solo con la reina, pueda salvar a este tonto rey que se mueve solo un espacio cada turno, y que si se queda solo, a pesar de que es alto y orgulloso, suele caer.

jueves, 10 de septiembre de 2009

De medias blancas y sabanas azules

Fotos, recuerdos de momentos, fotos con su novia, fotos con el equipo de básquet, fotos con el trofeo de atletismo y una foto con su mejor amigo.


En su closet hay tres balones, uno de fútbol, uno de básquet y uno de fútbol americano. En un pequeño gancho esta guindada la cinta de capitán, en una de sus paredes está el cursi corazón que le dio su novia para su último cumpleaños.


Un uniforme sucio y unos tacos son parte del desorden que domina el cuarto, un caos que no rompe con el sentido de la habitación, porque el sentido de ese cuarto es dar esa sensación de que allí vive un hombre, de que allí vive el perfecto espécimen que describe lo que debe ser el muchacho más respetado del colegio. El novio de Gabriela, el capitán del equipo de fut, el presidente del cole.


Pero a pesar de que todo parece igual hay dos elementos que irrumpen hoy en ese santuario de hombría, las lagrimas del novio de Gabriela, y el subcapitan del equipo desnudo envuelto en las sabanas azules de la desordenada cama.


Ahí está el presidente del cole, llorando como una niña, desnudo y frágil, sentado en la orilla de la cama dándole la espalda a su mejor amigo que yace encuerado a solo centímetros de él. En sus manos ha tomado la foto de él y su novia, que diría ella si supiera que su perfecto novio tiene ese pequeño secreto, que diría si supiera que cada vez que está con ella piensa en él.


De pronto el porta retrato cae al suelo y el vidrio que cubría ese supuesto amor se resquebraja en mil pedazos, ahora el capitán del equipo de futbol toma el retrato de él y ese que antes solía ser solo su amigo, pero lo toma con un asco y con un desprecio y lo coloca sobre su cama. Se levanta, los vidrios perforan sus blancas plantas de los pies. Camina fuera del cuarto sin mirar hacia atrás.


Ahora en la habitación solo manda el silencio y la fuerte respiración del mejor amigo, el sol empieza a superar la barrera de las cortinas, el olor a hormonas se empieza a disipar.


El joven vuelve al cuarto con su look de todos los días. Sera un día igual que los otros, el sweater del equipo y las medias blancas cubrirán todo de nuevo. Pero debajo del sweater trae algo que cambiara ese instante y por consiguiente cada uno de los restantes.


Él se recuesta encima de las sabanas a la par de su amigo. Se acerca olfateando ese olor a sudor que le activa el cerebro como la más fuerte droga. Sus labios buscan el cuello del hombre desnudo que tiene al frente. Y de pronto hacen contacto con esa piel clara que tantas veces ha tocado.


Esto hace que de pronto una sonrisa se dibuja en la cara del mejor amigo y este abre los ojos para ver el sol que entra por las cortinas. Pero en ese instante que sus ojos verdes se abren escucha detrás de él tan solo dos palabras: “Hasta luego”


Y se oye un disparo, y el sub capitán ya no siente nada, sabe lo que ha pasado pero no está triste ni enojado, tenía tanto porque vivir pero no le importa, sabe por qué el capitán lo hizo, sabe que solo así serian felices.


Y ahora después de haber asesinado a su amigo, mientras las sabanas se llenan de sangre, el capi da tres pasos, observa todas las fotos, esas fotos de gente inmóvil que solo sonríen como si lo que pasara frente a ellos fuera una comedia. Y se oye otro disparo, y esa gente sonriente dentro de un marco observa como la sangre del novio de Gabriela, ha manchado los vidrios que los protegen, que los separan de ese mundo que sí es real.

domingo, 6 de septiembre de 2009

C...

Mi último carrito me lo regalaron en cuarto grado, pero ya no me hizo tanta gracia. Hace mucho tiempo que ya solo eran un adorno en mi cuarto, mi mente ahora se veía inundada por nuevas ideas y pensamientos que antes ocupaban los Moto ratones y los Halcones Galácticos.

Aun me acuerdo de esa pequeña buseta blanca o “patineta” como les decía mi madrina. Ella y yo sentados en la parte de atrás mientras sus dos abuelos parecían tan distantes en los asientos delanteros. Solo hablábamos y reíamos, ya fuera de que hoy se había caído María o de cómo se había equivocado Daniel en una respuesta fácil.

Cuando mi madre me dijo que iba a seguir viajando en ese feo vehículo, pensé que el regreso a mi casa de la escuela iba a ser muy aburrido, pero ella con su risa tímida ilumino cada día que yo tenía que trasladarme sobre esas pequeñas cuatro llantas.

Al principio te veía como una amiga, quizás no teníamos los mismos intereses, yo hablaba de la mejenga contra sexto y ella de alguna amiga que le gustaba Enrique. Yo era muy inocente, nunca me había gustado ninguna, a todos mis compañeros les gustaba la misma pero yo aun solo pensaba en inocentes juegos.

Pero poco a poco me fui dando cuenta que ella era diferente, me reía de cualquier idiotez que nos pasaba juntos, desde un hueco en la calle que nos hacía para atrás hasta de la vez que chocamos la cabeza al agacharnos a buscar el lápiz con olor a naranja que ella llevaba.

Hasta que un día me di cuenta, ella me gustaba, pero ¿Por qué? No era ni la más bonita ni la más popular. Yo no sabía que me gustaba de ella, quizás era su piel blanca, o su lacio pelo negro, pero algo en mi mente cambio el disco de amiga a la primera persona que me gustaba.

Pasaron dos meses y muchos viajes a mi casa cuando el destino hizo que nos tocara en el mismo grupo para hacer un trabajo. Fuimos a la casa de Sofía, hicimos el trabajo, comimos pizza, usamos el teléfono para hacer bromas y cuando ya no teníamos nada que hacer surgió la idea de que todos nos contáramos quien nos gustaba.

Formamos un circulo y alguien sugirió la idea de lo hiciéramos como en teléfono chocho, el primero que tuvo que decir fue Mauricio, uno a uno fueron diciéndose al oído a quien le gustaba el primero. Luego le toco a Sofía, a ninguno de los dos les había tocado tan difícil como a mí ya que sus escogidos no estaban allí. Pero a me había tocado difícil ella estaba sentada al otro lado del circulo junto a Mauricio.

Podía mentir y decir el nombre de la más bonita del grupo, podía quedarme callado, pero no ya era mi turno y junte el valor de no de dónde y le dije a Carlos en el oído el nombre de aquella de la buseta blanca.

Carlos nada mas rió y se lo dijo a Daniela, esta se lo dijo al siguiente, y esta a la que seguía Andrea. Andrea dijo que no que fijo el anterior lo había cambiado pero él aseguro que no. Entonces poco a poco se acerco a ella, las dos cada vez estaban más cerca y mi corazón de escolar latía descontroladamente.

Pensaba como iría a reaccionar ella, le gustare yo, y ¿si no le gusto?, no debí haberlo dicho, fijo no le gusto, ¿y si le gusto?, que van a decir todos cuando sepan. ¡Qué tonto, jamás debí haberle dicho!

Y cuando ya mi mano derecha no tenia uñas la boca de Andrea se abrió, inhalo aire y dijo: “C…”

viernes, 28 de agosto de 2009

Mi culpa

Perdón, no es culpa tuya, estoy siendo cruel, no lo mereces, nada has hecho tan mal como para que yo te haga esto, si te equivocaste un poco pero yo soy el verdadero culpable de lo que pasa

Espero que no estés triste, nadie debe tener el poder de borrar tu sonrisa, tienes muchas razones por las cuales ser feliz en este momento, y eso me alegra a mí también, siempre me ha agradado ver gente feliz.

Al menos no todo termina tan mal, creo que pudo haber sido peor, yo lo pude haber hecho peor.

Tú no me echaste, yo solo me fui. No es tu culpa, pero es que cada vez que llego a este punto cambio de dirección, me da un miedo terrible herir a las personas. Entonces pongo una coraza para protegerte pero a la vez es tan gruesa que ya no puedes acercarte a mí.

No dejo que nadie me conozca, así soy, quizás cambiar mi forma de ser es la manera en que no te dejo saber que hay detrás de mí.

No te preocupes no es tu culpa, quizás este tan solo sea un paso atrás para coger impulso.

martes, 25 de agosto de 2009

Un farol que se apaga

Sabes cosas de mí que siempre había guardado en silencio antes de conocerte, cosas que me arrepiento haberte mencionado.

Te las dije, pero no las escuchaste, hoy me di cuenta que a pesar de que creí que me conocías, me fallaste.

Y es que hiciste algo que para ti puede ser insignificante, pero para mí fue algo que ha caracterizado toda mi vida.

No soy quien para juzgarte, puede que seas una buena persona, pero hoy me hiciste ver que no me entendías, que es hora de que camine hacia otro lado.

Trate de no reaccionar así, pero tú me hiciste sentir algo que creí que ya había superado.

Me hiciste recordar aquella noche en que los faroles inundaban las calles, y yo lo esperaba a él, que llego cuando ya la candela se había fundido, el silencio había dominado. Allí estaba él, en su mano un helado, creyendo que yo por ese regalo, mañana al despertar todo lo habría olvidado.

domingo, 23 de agosto de 2009

En silencio

A veces, a veces me duele la garganta, quiero soltar un grito pero no es de miedo ni de enojo, es un grito que exprese todo lo que siento.

Pero no puedo, porque me da temor que apenas el mundo lo oiga toda su grandeza se va a volver contra mí. Y entonces solo provocaré caos y muerte. Y ni me cuerpo resistirá toda la energía que ese alarido consumirá instantáneamente.

Pero entonces cada vez que lo callo, que esa válvula cerrada que es mi boca lo detiene, me da miedo que vaya creciendo, y que me ahogue o que en un momento en que mis labios estén separados hiera a una persona que apreciaba.

Por ahora me seguirá doliendo la garganta hasta que encuentre a esa persona que lo pueda aguantar, a esa que lo convierta en suyo y lo utilice para devolverme la paz y tranquilidad que ya se me está olvidando haber tenido.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Comunicado a la Vecina Nación

Y me cansé.

Y ya no quiero tener esa sonrisa falsa todo el tiempo, es el momento de decir lo que pienso, es el momento de dejar de ser el que trata de caerle bien a todo mundo.

Y usted me hizo enojar, porque en los últimos momentos me ha estado menospreciando, para usted quizás sea confianza, pero para mí ya es irrespeto.

Porque hay un límite, y usted aunque sea una persona que siempre apreciaré, nuestra antes amigable relación sufrirá porque usted se atrevió a pasarlo.

No le miento, puede que sea mi culpa también, si hubiera alzado un alto muro en esa frontera quizás esto nunca hubiera pasado.

Si ya se su carácter es fuerte, pero no significa que por esto tenga el derecho de pasarle por encima a las otras personas.

Conmigo se equivoco, no me diga que me relaje, sí, suelo tomarme las cosas muy a pecho y eso qué.

Las cosas que decimos en broma muchas veces esconden lo que no les decimos a las otras personas en la cara.

Por desgracia ya no podemos eliminar el terreno que compartimos, ni podemos eliminar los tratados que ya firmamos pero si podemos romper la colaboración que hasta ayer teníamos.

No, no quiero declarar una guerra, ni ya tampoco quiero seguir con las negociaciones. Ya en realidad nuestra situación cambio.

Di una oportunidad, algo que rara vez hago, quizás ese fue otro error, enmendar las cosas tan rápido y fácilmente quizás le hizo pensar que yo era persuasible.

Pues se equivoco y ya usted lo ha notado, ya no es lo mismo, ya mi mirada hacia usted no es la misma. Mi tono y mi tratamiento al escribirle los últimos comunicados ha sido muy diferente.

Lastima juntos pudimos haber formado un imperio eterno, una alianza inquebrantable pero nuestras ideologías no eran afines, ya es tarde, ya en la noche no podremos ver claramente que es lo que provoco este desacuerdo.

Ahora solo quiero ver sus terrenos a la par mía, no me inmiscuiré en sus dominios y espero que usted dejé de intentar penetrar en los míos.

Guardemos los secretos de estado que conocíamos y dejemos de ser aliados, de todos modos creo que de nada servía. No incluyamos en esta situación a las naciones contiguas, estas no tienen nada que ver en este arreglo.

Deseo que usted continúe con su progreso en todos los ámbitos, yo tratare de continuar con el mío.

sábado, 15 de agosto de 2009

No quiero buscar

“¿Qué tiene de malo estar solo? ¿Por qué la gente piensa que uno ocupa tener una novia para ser feliz?”

El amor no es sinónimo de felicidad, yo puedo ser feliz sin amor, no digo que este no traiga un poco más de felicidad, que conseguir una persona que ames y te ame no sea algo grandioso, pero no debe determinar si en la cara hay una sonrisa o no.

“¿Quién dijo que los hombres deben tener novia todo el tiempo? ¿Quién dice que los hace menos machos no estar con alguien?”

Me enoja un poco que la gente piense así, si uno no quiere estar con alguien es la vida de uno. Si no quiero ponerme a “buscar”, no es que sea tímido, tan solo creo que si tengo que estar con alguien ese momento llegará, que a veces es mejor lo que te encuentras en el camino aun cuando sea sin intención de hacerlo, que lo que buscas por una eternidad y al final te das cuenta que no era lo que querías.

“Mae, pero el que no busca no encuentra”

Me importa una mierda, si eso es cierto, habrá un momento en el que quiera buscar, ¿y si no lo hay que? Después de todo en el mundo hay mucho que yo solito puedo conocer. No niego que a veces estando solo uno piensa en el pasado cuando si había alguien, pero eso no me quita el sueño, no me quita el hambre y mucho menos es lo que más pone a trabajar mi mente.

“Mae, pero al menos para divertirse”

Odio que digan varas parecidas a estas, el término divertirse es lo peor que se puede utilizar para referirse a una relación. Para divertirme están los videojuegos, las fiestas, hasta el guaro si le da la gana, pero estar con alguien por divertirse es bastante deprimente, o al menos eso pienso yo. No tengo nada contra los que les gusta “divertirse” pero al menos yo no me veo con alguien con quien no vea un futuro.

Creo que en algún momento llegará pero si no lo hace, seré feliz, muy feliz, como lo soy ahora, SOLO, y en verdad me enoja que usted piense así. No lo culpo, yo antes pensaba así, la sociedad nos hace pensar de esa manera, pero a veces hay que meditar un poco y pensar si en verdad queremos estar con alguien solamente por no estar solos, y si esta es la razón para que usted este con alguien déjeme decirle:

“ESO ES DEPRIMENTE”

¿Estás tan seguro?

No sé, ¿Quién eres?

Soy usted

Vos no eres yo

Claro que si.

No mira no tienes la cicatriz en la nariz, esta que me hace recordar los momentos tristes de mi infancia.

Pero yo no veo ninguna cicatriz en su rostro

¿Crees que soy tonto?, ¿qué haces en mi cuarto?

Hago lo mismo que usted.

Ya déjate de jueguitos, yo nunca te había visto. Vete ahora mismo antes de que te golpee.

Pero usted me necesita así como yo lo necesito a usted.

Vos no me necesitas, yo no soy nadie por favor déjame solo.

No puedo si me alejo de usted dejaremos los dos de existir.

Más razón aun para que te alejes, de todos modos el mundo ni se daría cuenta de que yo ya no existo.

Pero yo si quiero seguir existiendo, amo el mundo y el mundo me ama a mí.

No mientas, si los dos somos el mismo, como dijiste antes, el mundo te odia igual que me odia a mí.

Pero mira como nos va a odiar el mundo, somos perfectos, ellos no podrían existir sin nosotros

Ellos, ¿Por qué siempre tiene que ser sobre ellos?

Porque sin ellos no habría usted, y sin usted no habría yo.

¿Y eso qué?, quizás así todo si solucionaría. Probablemente el mundo estaría mejor solo.

No, nada estaría mejor estando solo.

¿Estás tan seguro?

No pero prefiero pensar que sí.

jueves, 6 de agosto de 2009

Usted

No sé por qué me gustas, nunca creí que viera en tus ojos eso que hace que una persona me atraiga, no eres mi tipo, antes no hacías que pensara en ti, pero por desgracia y un poco de dicha todo cambio.
Quizás si funcionaria pero presiento que no, no me veo en un futuro contigo, en realidad ni siquiera logro vislumbrarnos de la mano, siento algo por usted pero mi mente no hace las conexiones necesarias para unirse a ese sentimiento.
Puede que me equivoque, que este dejando pasar una oportunidad de oro, pero he decidido no montarme en el mismo tren que usted. Si que usted porque el vos denotaría un tratamiento que me pueda volver a poner a dudar.
Pensar, dudar. Si aun hay pensamientos fugaces en mi momento de si me equivoco con esta decisión, quizás es solo mi mente que muy comúnmente quiere bloquear lo que no es un pensamiento racional. Pero esta vez dejo que el raciocinio gane, suprimo eso que me dejo sin dormir varias noches y lo lanzo al basurero como uno de esos borradores que nunca llegara a ser la obra maestra.
Podría en algún momento tener la tentación de recuperar ese pequeño borrador, pero por ahora lo dejo ahí con los otros sentimientos que por una razón u otra no llegaron a formar parte de mi historia.
Tengo miedo, si, si lo tengo, no debería pero es que usted es diferente a las demás, quise pensar que usted era igual, pero usted me demostró que no. Usted es distinta, quizás eso fue lo que me atrajo, pero eso es lo mismo que me alejara de usted al menos por ahora.
Es que usted es usted, y yo no creo que sea la persona indicada para usted en este momento, es mas hoy no creo que sea la persona indicada para nadie, tengo que cambiar algo en mi, y es tan difícil porque no está en la superficie, es mi tumor en el cerebro, es parte de mi columna vertebral.
A veces pienso que usted es muy similar a mí, pero a la vez tan distinta, a usted la hace funcionar la sangre, el oxigeno, a mi la electricidad y los estímulos externos.
Quizás después, pero por ahora la dejo ir, podría usted volver quizás en el momento indicado, o podría yo cambiar, pero para serte sincero ahora me haría feliz verte en los brazos de otro.

sábado, 30 de mayo de 2009

Eras

Tú eras mi luz

Tú eras mi vida

Tú eras mi medicina

Tú eras mi cielo azul


Pero te volviste el humo de mi cigarro

Te volviste el más veloz carro

Te volviste el tiempo indetenible

Te volviste la muerte infalible


Ahora somos el sol y la luna,

somos como la nieve y la arena.

Ahora tú eres solo tú,

y nosotros ya no somos nosotros.


Eres tan inalcanzable como el sol,

eres como un dios romano

Eres el centro de la tierra

desde que te me fuiste de la mano


Ahora somos el sol y la luna,

somos como la nieve y la arena.

Pero tú nunca serás solo tú.

y para mí siempre seremos nosotros.

sábado, 23 de mayo de 2009

Quizás sería...

No sé porque ella lo hizo, en eso momento era solo ella porque ni siquiera conocía su nombre, ella hizo algo que muchos de mis amigos no hubieran hecho por mí, ella hizo algo que siempre recordaré porque era un momento en el que me sentía inútil, era un momento en que esa simple acción me hizo creer que ella era la mujer con la que quería pasar toda mi vida.

Y es que si hizo eso por mí sin aún conocerme, que haría por mi si me conociera, que haría por mí si estuviéramos enamorados. Y es que siempre había pensado que yo era él que debía ayudar, él que debía proteger y animar, pero ella cambio esa percepción, ella me hizo sentir aun más inútil pero no me importaba al lado de ella podría ser inútil toda la vida, tan sólo si fuera al lado de ella.

Desde ese momento ella no era una mujer era la mujer, es la mujer que me hizo sentir que la amaba con solo un momento. No se confundan, no fue amor a primera vista fue amor al primer acto porque, si la hubiera visto solamente quizás no le hubiera prestado tanta atención ya que su figura no es la más voluptuosa ni tiene el cabello de una modelo de alta costura. Posiblemente si solo la hubiera visto sería una de esas figuras que solo pasan a tu izquierda o derecha sin que siquiera las notes pero la belleza de su acción me hará recordarla por siempre, me hará pensar que mi vida seria perfecta por toda la eternidad al lado de ella.

Pero lo increíble es que me he dado cuenta que prefiero tenerla detras un vidrio, prefiero seguir buscando hasta encontrar a alguien que iguale su belleza, sé que si estuviera con ella sería el ser más feliz pero prefiero seguir siendo infeliz, prefiero seguir sufriendo y dejarla como parte de ese ideal de utopía que tengo desde mi infancia.

Sé que la amo, quizás de una manera diferente, pero la amo y a pesar que muchos puedan contradecirme y decir que eso no es amor, yo la seguiré amando detrás de aquel vidrio porque sé que mi corazón nunca olvidara esos ojos verdes que me miraron fijamente en aquel ascensor….

jueves, 21 de mayo de 2009

Mi primer carrito...

Aún recuerdo mi primer carrito, era de color rojo, de frio metal y con un pequeño hombrecillo que me miraba desde dentro del pequeño vehículo. Ese fue el primero de muchos otros carritos, luego vinieron pistas y carros a control remoto. De carritos, balones de futbol y libros crecí rodeado, quizás por eso soy quien soy.

Quizás por esto soy un poco el típico “mae” que habla de deportes todo el día, que habla de mujeres o “doñas” con sus amigos. Muchos me critican dicen que si solo me gusta ver 22 hombres seguir un balón blanco todo el día, pero detrás de esto está todo mi ser, lo que me hace feliz, lo que me hace sentir una pasión increíble desde la primera vez que mi padre me llevo al estadio. Solo porque a nosotros los maes nos guste ver ESPN desde que nos levantamos, o que nos quedemos viendo si pasa Miss Pretil frente a nosotros, no quiere decir que no tengamos sentimientos, que detrás de todo eso que nos gusta hacer no existan pensamientos encontrados y que a veces tengamos conflictos internos, los cuales, en muchas ocasiones, una mejenga nos ayude a olvidarlos.

Esos tres objetos que no faltan en mi cuarto pintado de azul, siempre serán parte de mí, ahora representan mis aspiraciones y mis sueños, que no porque sean diferentes, y según muchos, superficiales, quiere decir que son menos impactantes, o que no pueda lograr en ellos la misma impresión que causa una escena romántica o la liberación de un deseo reprimido.