lunes, 12 de octubre de 2009

Pensar, no preguntar

Me decepcionaste muchas veces cuando aún había faroles, pero poco a poco voy entendiendo por qué lo hacías.


A veces no comprendo tu filosofía conmigo, piensas que la única forma de hacerme feliz es con objetos materiales, no entiendes que desde que yo me acuerdo lo que necesito no es otro carro en mi colección.


Aún así eres la persona que más quiero en este mundo, la persona que más admiro, por tu fuerza, voluntad, honradez y solidaridad.


Desearía ser un poco más como vos, a pesar de que a veces me pregunte qué ganas con ser así. Más ahora que ese dios en el que crees te metió una zancadilla.


No sé si eres feliz, de esas cosas nunca hemos hablado, a veces me pregunto si en verdad alguna vez te he hablado.


Siento a veces que no te conozco y vos no me conoces. Pero así me dijiste que era el mundo, para no preguntar, para no responder.Que el mundo es para ser el defensa del equipo, ser la piedra que no tiene punto débil.


También me demostraste que la lastima es lo peor que pueden sentir por uno, que te rebaja y permite que otros hombres te puedan pasar por encima.


Gracias a ti no se llorar, nunca te he visto hacerlo, y cada vez que yo lo hacia, me recordabas lo inútil que era derramar lágrimas.


Es por eso que este momento me hace sentir tan raro, no sé qué hacer ahora que no puedo preguntar, hablar o llorar.


Es por eso que lo único que me queda es pensar, llenarme la cabeza de pensamientos de que podría suceder, de que sería el próximo momento si vos no estuvieras.


Porque a pesar de que nunca te abracé, nunca te haya dicho lo tanto que te admiro, eres la persona que más quiero en este planeta.


Y sé que podría sobrevivir si te pierdo, que la vida continuaría muy similar, pero no sé si querría seguir con esta rutina, no sé si podría seguir aguantando esa sala en mi casa que solo me hace la vida más difícil. Esa sala por la que paso cada día solo porque sé que el fin de semana me traerás otro carrito para mi colección

2 comentarios:

  1. Y ahora estas ausente, y solo deseo decirte, cuanto te quiero y admiro
    No sé si alguna vez fuiste feliz, si te llevaste esa felicidad contigo, o si trataste de darmela toda a mi
    Mi último carrito de colección me diste, ni un abrazo, ni un llanto, solo te despediste
    No debo decirle a nadie que estoy triste, eso provocaría lastima, y yo soy fuerte, desde tu vientre me lo dijiste.
    Y sobreviví a tu ausencia, pero no a la sala que recorría todas las mañanas, no a la rutina que tanto dolor me provocaba.
    No sé si alguna vez fuiste feliz y eso me atormenta por las noches, tal vez si te hubiera dicho y demostrado cuanto te amaba y admiraba, este tormento ya hubiera terminado

    ResponderEliminar